martes, 12 de mayo de 2009

OTELO DE WILLIAM SHAKESPEARE

OTELO: EL MORO DE VENECIA
El amor, los celos, la traición y la ira, son los sentimientos que mueven a los personajes de Otelo: El moro de Venecia. Escrita por William Shakespeare en el año 1603, esta obra cuenta la historia de Otelo, un general del ejercito veneciano que, motivado por los celos enfermizos y el amor desmedido, termina destruyendo su carrera militar y perdiendo la razón.
Yago, el lugarteniente de Otelo, planea acabar con el poder del moro y por eso convence a Otelo de que su esposa Desdémona le es infiel con Casio, otro miembro del ejército. Cegado por la ira y los celos, Otelo termina asesinando a su esposa. Al final, la esposa de Yago, Emilia, descubre que todo ha sido un engaño de su esposo y este termina matándola. Todo acaba cuando Otelo se suicida y Casio se encarga de castigar al traidor Yago. Otelo: El moro de Venecia es otra de las obras shakesperianas marcadas por la tragedia, al estilo de Hamlet, Macbeth y El rey Lear, que más allá de las intrigas y las pasiones, se convierten en un reflejo de la complejidad de la conducta y los sentimientos humanos.
Otelo es un príncipe negro, orgulloso de su éxito como general al servicio de Venecia, cuya sociedad lo aprecia gracias a sus méritos militares, y que ha conquistado la mano y el amor de Desdémona, hija de un notable. Yago, un alférez, envidioso y maquiavélico, convierte a Otelo en blanco de su resentimiento. Sus calumnias, dirigidas contra el punto vulnerable del moro —su matrimonio interracial— resultan eficaces. Persuadido de la infidelidad de Desdémona, corroído por los celos, despojado de toda confianza en sí mismo, Otelo cae en la trampa de su propia caída, convirtiendo la obra en la doméstica de todas las tragedias de Shakespeare: el sangriento final de un matrimonio. Construida con la precisión musical de una sinfonía, Otelo es, además, un tratado sobre los prejuicios contra lo "diferente"."Otelo se nos muestra primero como un hombre extraordinario, luego como un hombre, luego como un animal, pero al fin como hombre de nuevo, poco antes de morir. A través del lenguaje, asciende a las alturas que había cedido al mal”.
No tiene nada de sorprendente que Othello se deje engañar por el cuidadoso plan de Iago, puesto que a él contribuyen esencialmente azares tales como el del pañuelo perdido y la propia exageración de Desdémona a favor de Cassio; lo notable es la entrega de Iago a unos planes tan complejos que normalmente no podían haber dado resultado. Estamos tal vez ante un verdadero
artista también en el sentido de ir más allá de su provecho y prudencia.
Y seguramente no es arbitrario sugerir que ahí es donde está la clave del interés del propio Shakespeare por su personaje Iago, en quien transfiere un talento a un talento criminalmente organizador su propio talento de organizador de desarrollos teatrales -algo que hoy día es posible entender fácilmente desde la afición a las novelas policíacas y de espionajes-. Igual que en este género novelístico, desde el final, si se vuelve la mirada atrás, también aquí cabe reconocer alguna inverosimilitud: en las novelas, del modo de descubrimiento; en esta tragedia del plan de Iago, condenado a fallar, y que sólo por casualidad a llegado tan lejos. Pero ya no importa: el espectador de Othello, -e incluso el lector a pesar de la relativa frialdad impuesta por el texto escrito, en lugar de la cálida representación escénica- ha vivido apasionadamente la furiosa celosa de Othello, el horror sin comprensión de Desdémona, y, sumergiéndose sin escalofrío en tal identificación, la fría maldad destructora de Iago. Pues ahí se echa de ver la grandeza Shakespeariana: en su capacidad de dar plenamente vida y voz a sus criaturas, buenas o malas -en el caso de Iago, insisto acaso también por una simpatía formalista y técnica hacia semejante virtuoso de la planificación-. Por eso es el máximo poeta, en el sentido que también, y aludiendo al mismo Shakespeare, declararía ser poeta John Keats, en su famosa carta a Woodhouse de 27 de octubre de 1818: (y, dentro del repertorio shakespeariano, es muy lícito poner a Desdémona en lugar de esta ). Solo para el final como siempre la recomendación de las lecturas de Shakespeare y deciros de esta, como de las demás, que son joyas de la literatura, que están ahí gratis, para que solo nos planteemos leerla, seguro que sacaremos mas producto intelectual en esto, que en cualquier otra actividad.
"De las aguas bravas pero de las aguas mansas que te proteja dios". una de los peores cosas que nos puede suceder en la vida es la traicion de un buen amigo. el otro vicio de yago es la envidia. pese a la lealtad probada durante anos a su jefe y amigo, el oscuro yago se siente opacado y frenado por la brillantez de otelo. en el fondo siente que el triunfo de otelo lo rebaja y anhela su triunfo. entonces surge la codicia por socavar la posicion de otelo. el trabajo lento e ingenioso de yago provoca una siniestra admiracion. tenemos que reconocer su inteligencia y la forma magistral como va orquestando la ruina de otelo. los genios, aunque sean genios del mal, siempre destacan sobre los demas. finalmente el tercero y mas importante de los vicios que afectan a yago. los celos. toda la obra otelo gira en torno a este defecto humano. yago los manipula para lograr sus objetivos. para de alguna manera vengar la terrible envidia que siente por no ser el el amado y virtuoso. teme en el fondo yago no ser reconocido en sus meritos y se perturba por la poca atencion que le prestan. magnífico personaje que se puede disfrutar una y otra vez. un verdadero clasico de todos los tiempos....
El personaje principal, Otelo, se presenta piadosamente a pesar de su raza. Esto era poco habitual en la literatura inglesa en tiempos de Shakespeare, que describía a los moros y otros pueblos de piel oscura como villanos. Shakespeare evita cualquier discusión respecto del Islam en la obra.

Si dijéramos que Otelo es la pasión, Yago la intriga, la envidia, y Desdémona la inocencia, el amor sencillo, diríamos verdad, pero omitiríamos lo que Shakespeare quiso transmitirnos: toda una filosofía del bien, del amor y del odio. Otelo es una terrible y estremecedora figura, cara y cruz de la vida. Es la noche en el color de su piel, como Desdémona es el día en su blancura. ?Qué fácil par las sombras los celos de la luz! Al lado de Otelo existe Yago, que es el mal, otra forma de sombra, noche del alma, oscuridad, mentira? Yago es para Otelo la venda que ciega los ojos del enamorado y le conduce a la desesperación y al crimen?.

Otelo: El moro de Venecia es una obra de Shakespeare escrita alrededor de 1603. Otelo es una tragedia, como Hamlet, Macbeth y El rey Lear. Shakespeare escribió Otelo probablemente después de Hamlet pero antes que las dos posteriores. La primera actuación de la que se tiene noticia se celebró el 1 de noviembre de 1604 en el Palacio de Whitehall de Londres.
El personaje principal, Otelo, se presenta piadosamente a pesar de su raza. Esto era poco habitual en la literatura inglesa en tiempos de Shakespeare, que describía a los moros y otros pueblos de piel oscura como villanos. Shakespeare evita cualquier discusión respecto del Islam en la obra.

Narra la historia de un moro veneciano, considerado inferior por su origen, Desdémona lo ama y se casa con él a pesar del descontento de su padre. Rodrigo un pretendiente, es alentado por Yago (Carlos Corona) supuesto amigo de Otelo, a seguirla pretendiendo, traman un plan para hacerle créer que su mujer le es infiel. Acomplejado por el rechazo que ha vivido, se cree el engaño: roban el pañuelo de bodas de la pareja y lo ponen en manos del supuesto amante.
Con diálogos poéticos, en una traducción a cargo de Alfredo Michel, suceden los grandes monólogos y escenas desgarradoras: « Jamás lo había visto así, ese pañuelo debe estar hechizado de verdad, qué desgracia si lo he perdido!», dice Desdémona a Emilia, quien responde: «Para conocer a un hombre no basta un año, ni dos, los hombres no son más que estómagos hambrientos y nosotras tan sólo su alimento. Nos comen con voracidad y cuando se han saciado, nos vomitan.» Desdémona ha sido humillada y golpeada por Otelo en público.
La baja autoestima es el motor del odio de Otelo, cuya actuación produce escalofríos al verlo convertirse en el asesino de su mujer. Emilia, esposa de Yago, es la voz que denuncia la violencia en contra de Desdémona. «Diablo asesino», le reclama, «ella siempre te fue leal» y revela la mentira orillando a Otelo al suicidio.
La escenografía cede el protagonismo a los actores y al texto: en un tablado vacío cambian mamparas que crean los ambientes. El vestuario, encargado con acierto a Tolita y María Figueroa, es atemporal pero con detalles de época renacentista.











































2 comentarios:

  1. COMPAÑERO: ESTÀ FORMUDABLE SU TRABAJO DE LITERATURA REFERENTE A OTELO DE WILLIAM SHAKESPEARE.
    eBUEWNO QUE PROFUNDISEMOS MÀS SOBRE LA LITERATURA PORQUE SOLO ASI NO TENDREMOS PROBLEMAS CON NUESTROS ALUMNOS Y ESTAREMOS MSD ASCTIVOS PARA CUALQUIER SITUACIÒN EDUCATIVA QUE SE NOS PRESENTE.

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  2. marcos usted le hizo una descripciòn muy buena a la obra otelo de william SHAKESPEARE.

    Es bueno que nos interesemos mucho por la literatua ya que ella hace parte de nuestra cotidianidad. Y es el alimento de nuestra mente Ccmpartida con nuestros alumnos.

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