lunes, 27 de abril de 2009

DISCURSO LITERARIO, REALIDAD Y ESCUELA

1- ¿Cómo abordar la realidad del contexto a través de la resignificación de los discursos literarios?
Genette: nos dice que los discursos literarios son ficciones que se refieren a mundos verbalmente posibles y por otra parte estos discursos sin intransitivos, lo cual expresa que su texto no se refiere a los objetos ni a los eventos del mundo real, con base a esto se puede concluir que la realidad del contexto se puede abordar a través de la resignificación de los discursos literarios, partiendo de cada lector, y del entorno y necesidades conceptuales. El ser humano debe ser capaz de interpretar, retener y valorar lo leído.La lectura es unos de los procesos cognitivos mas complejos que lleva a cabo el ser humano y aprender a leer es una tarea difícil y decisiva que debe requerir los estudiantes Además la lectura es la base de posteriores aprendizajes y constituyen una importante distinción en el ámbito social y cultural. Todo esto permite que un buen lector construya el significado de su propio contexto gracias a las lecturas de los discursos literarios.
2- ¿De que manera el texto como producto de discursos literarios se pueden implicar en los proyectos del aula? El uso de la literatura como un recurso didáctico en el proceso de enseñanza/aprendizaje de la lengua con un enfoque comunicativo. Este cambio de énfasis obedece a la reinterpretación del concepto de competencia comunicativa, que se amplia mas allá de la mera superación de necesidades vitales mediante el desarrollo de habilidades lingüísticas y entiende la capacidad e comunicarse y también como la capacidad de interactuar eficazmente en la misma.TEXTO: es un portador de información que posibilita procesos de comunicación. Así se concibe como generador de interacción y de procesos comunicativos. Todo puede ser un texto siempre que alguien este descifrando su mensaje. Este alguien es el docente y si guía bien a sus estudiantes puede llevar a cabo satisfactoriamente su proyecto de aula.Y tiene que alejarse de los gustos personales a la hora de seleccionar los libros, es decir, no casarse con autores que puedan aburrir a sus alumnos, pueden dinamizar el proceso educativo. Ser abiertos y descubrir que les gusta a los niños y a los jóvenes, es la clave para seleccionar los textos. Y cuando hemos leído, sabemos que podemos recomendar y que no, sabemos lo que funciona con los estudiantes y lo que definitivamente no funciona.Del buen lector, de la propuesta pedagógica y del criterio de selección de los textos, depende e un buen desarrollo del proyecto educativo.
3- ¿Cuales son los sentidos del discurso académico de la escuela? Aplicabilidad en el mundo real, se encuentra en el marco de la actividad académica orientada a la transmisión y producción de conocimientos. El discurso académico define un objeto, elabora un método, para examinarlo construye una teoría que explica el funcionamiento del objeto y comprueba la validez de la teoría, posee tres secuencias principales: introducción, desarrollo y conclusiones.
4- ¿Cómo se define el texto cultural? Al definir el texto cultural como un esquema narrativo de índole dóxico que se ha transmitido sin que sea posible encontrar su marca de origen, la teoría sociocrítica de Montpellier clarifica una forma especial de intertexto cuya construcción y dinamismo es de lo más difícil de captar, porque intervienen esquemas dóxicos de carácter entimemático por su naturaleza fragmentaria y el modo elíptico de su articulación. Ejemplificamos este concepto en dos poemas de autores costarricenses. En Jorge Debravo, el dolor y el sufrimiento se redinamizan en un contexto de salvación socialista de los trabajadores, y el texto cultural del Infierno/Paraíso se reinvierte ahí en donde el castigo/ la rencompensa funcionan como su núcleo duro; mientras que en Ana Istarú, la necesidad del niño de ser protegido y alimentado, plantea cómo el texto cultural de la Virgen de la Natividad sufre transformaciones para ser presentada ya no como figura de madre asexuada y de inmaculado comportamiento, pues ahora ella experimenta goce y placer en el vínculo afectivo.

5-¿ Cómo abordar los problemas sociales a través de la literatura en el aula? Preservar el sentido de los conocimientos que se enseñan en la escuela es una preocupación constante, ya que se intenta que los alumnos se apropien efectivamente de los saberes socialmente producidos. Por ello me pareció adecuado realizar este proyecto anual de lectoescritura que surge de la movilización básica que vivencia todo chico frente a la lectura y a la escritura durante el primer año escolar y cuya finalidad es permitir que el alumno descubra y conozca la significación social y personal de la lectura y la escritura, con la incorporación de la informática como recurso didáctico, ya que la computadora es una herramienta que vivencia en múltiples aspectos de la vida social y puede convertirse en un medio importante en el proceso de aprendizaje. Este proyecto hace posible que la lectura y la escritura aparezcan también en la escuela como un medio para cumplir un propósito significativo, ya que está prevista la elaboración de un producto final para ser compartido con otros destinatarios con quienes es deseable comunicarse.

6- ¿Es la literatura generadora de conciencia social? Su historia, que comenzó durante el siglo XVI, en la época de los conquistadores, se puede dividir a grandes rasgos en cuatro periodos. Durante el periodo colonial fue un simple apéndice de las literaturas española y portuguesa, pero con los movimientos de independencia que tuvieron lugar a comienzos del siglo XIX, entró en un segundo periodo dominado por temas patrióticos. Sin embargo, durante la etapa de consolidación nacional que siguió al periodo anterior, experimentó un enorme auge, hasta que alcanzó su madurez a partir de la década de 1910, llegando a ocupar un significativo lugar dentro de la literatura universal. La producción literaria de los países latinoamericanos forma un conjunto armónico, a pesar de las diferencias y rasgos propios de cada país. Seguidamente nos referiremos a la literatura latinoamericana escrita en español.

A partir de comienzos de siglo, la novela latinoamericana en español ha experimentado un enorme desarrollo que ha pasado por tres fases: la primera, dominada por una gran concentración en temas, paisajes y personajes locales se vio seguida por otra en la que se produjo una extensa obra narrativa de carácter psicológico e imaginativo ambientada en escenarios urbanos y cosmopolitas, para llegar finalmente a una tercera en la que los escritores adoptaron técnicas literarias contemporáneas, que condujeron a un inmediato reconocimiento internacional y a un continuo y creciente interés por parte del mundo literario.La narrativa de carácter regional tuvo en el argentino Ricardo Güiraldes, autor de Don Segundo Sombra (1926), la culminación de la novela de gauchos; al colombiano José Eustasio Rivera creador de La vorágine (1924), de la novela de la jungla y al venezolano Rómulo Gallegos Freire, autor de Doña Bárbara (1929), de la novela de las planicies. La revolución mexicana inspiró a novelistas como Mariano Azuela, autor de Los de abajo (1915), y a Gregorio López, que escribió El indio (1935). La situación de los indígenas atrajo el interés de numerosos escritores mexicanos, guatemaltecos y andinos, como el boliviano Alcides Arguedas, que trató el problema en Raza de bronce (1919), y el peruano Ciro Alegría, autor de El mundo es ancho y ajeno (1941), mientras que el diplomático guatemalteco Miguel Ángel Asturias, que recibió en 1966 el Premio Lenin de la Paz y en 1967 el Premio Nobel de Literatura, se reveló como un excelente autor de sátiras políticas en su obra El señor presidente (1946).

7- ¿Cómo hacer de la literatura una herramienta de ka escritura creativa? Un punto esencial de nuestras convicciones es que el aficionado a escribir cuento, poesía, novela o cualquier otro registro literario, no debe obsesionarse con la publicación pues escribir literatura debe ser, ante todo, un proceso de conocimiento y una forma de enriquecimiento íntimo. La publicación llegará o no (esa duda se resolverá favorablemente sólo con el paso de mucho tiempo y sólo para unos pocos); sin embargo dar alas a la potencia creativa que toda persona lleva consigo tiene sentido que se mantenga más allá de la difusión o el éxito que alcancen los frutos de su trabajo creador. Por ello nos distanciamos de los métodos que abusan de las expectativas de publicación del escritor principiante.
Escribir es un proceso de conocimiento y una forma de enriquecimiento íntimo Más que la posibilidad de una fama y éxito dudosos en el futuro, preferimos comprometernos en garantizar en el presente un intercambio real, práctico y sostenido en el tiempo dentro del marco del taller. Un taller literario, ya vaya bajo el nombre de escuela de letras, escuela de escritores o tantas otras denominaciones que el paso de los años ha traído para este tipo de actividades, debe ser, más que un lugar donde se alimentan las expectativas de publicación, un lugar donde se práctica y se intercambia, es decir, donde, por un lado, se escribe y, por otro, se comparte y analiza con otros lo escrito. Un taller literario ofrece la posibilidad de contar con lectores críticos. Ahí reside uno de sus valores más característicos. Es por ello que insistimos en que, en todas nuestras actividades, el trabajo es en grupo.

1 comentario:

  1. Compañero y amigo Marcos te felicito por tus esfuerzos para investigar sobre el tema. Paso a invitarte a que tengas en cuenta que los discursos literarios son ficciones que refieren a mundos verbalmente positivos y fundamentados en sì mismos. Estos discursos son intransitivos puesto que se encierran en sì mismos o, lo que es lo mismo, no refieren ni a los objetos ni a los eventos del mundo real.
    Te invito a leer obras literarias y analizarlas con gran interès para que adquieras fortalezas literarias envidiables.

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